Cuando uno empieza una maceta es muy difícil saber a priori cual va a ser el resultado final. Si todo va como más o menos esperamos, podemos intuir el resultado final, pero nunca sabremos con certeza si va a ser así o no. Quizás esto es lo bonito y además lo que hace que las macetas de autor sean piezas únicas.
Hoy os traigo uno de esos casos en los que pones muchas expectativas y al final el resultado acaba defraudándote. La idea era conseguir una maceta a dos esmaltes, uno negro por la parte baja y otro chorreando sobre este de tonos rojos, anaranjados, amarillos o verdosos (es lo que tiene este esmalte, que puede salir por cualquier sitio :-) )
Al final el negro se ha quedado más bien tirando a marrón, el naranja ha cumplido sus expectativas, pero en algunas zonas se ha retraído, dejando a la vista el barro, y donde se juntaba con el esmalte negro, ha burbujeado quedando con aspecto de churruscado. En fin, me quedaré con que es una maceta única, un poco feucha, pero única.
A continuación los detalles que os comento.
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La maceta terminada, ahora a secar y bizcochar. Qué buena pinta! |
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Ya está esmaltada, ahora a cruzar los dedos. |
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Acabada... y ¿ahora qué? |
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La unión de los dos esmaltes es un poco desastrosa y además hay zonas donde no ha cogido bien el esmalte |
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Con lo bonito que quedaba el esmalte naranja-rojizo o rojo anaranjado! |
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Sin embargo aquí se ha retraído... |
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...y aquí tres cuartos de lo mismo. |
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Dichosas burbujas...se ha churruscado... |
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Quizás me esperaba algo parecido a esto, pero por debajo más oscuro. |
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