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viernes, 20 de junio de 2025

Akira Shouzan (勝山/珠康三)

Imagen cortesía de Hiroba Magazine

Para cualquier amante del bonsái, la maceta es mucho más que un simple contenedor; es una extensión vital del arte, un marco que realza la belleza y la historia del árbol. En este fascinante mundo, pocos nombres resuenan con la misma reverencia que Akira Shouzan, un horno con un legado profundo y una calidad excepcional en el corazón de Tokoname, Japón.


Los orígenes: Watanabe Akira, el pionero 

La historia del horno Akira Shouzan comienza con su fundador, Watanabe Akira, considerado la primera generación de esta influyente dinastía de ceramistas. Establecido en Tokoname, uno de los epicentros de la cerámica para bonsái en Japón, Akira fue un maestro y pionero cuyo trabajo sentó las bases para el prestigio duradero de Shouzan. Aunque la información sobre su vida es más escasa en comparación con sus sucesores, su legado fundamental fue el establecimiento del horno y la transmisión de un conocimiento y una filosofía que perduran hasta hoy. 

Sus macetas de primera generación son testimonio de una artesanía de calidad clásica, utilizando la arcilla de Tokoname, a menudo sin esmaltar, con tonos rojos, grises y marrones característicos, formas clásicas y un drenaje impecable. 

 

La evolución y el reconocimiento internacional: Watanabe Fumikazu (Shukōzan/Jukōsan) 

El legado de Watanabe Akira floreció a través de su hijo, Watanabe Fumikazu, mundialmente conocido por su nombre artístico Jukosan (o Shukozan). Nacido en 1944, Jukosan es un ceramista laureado que ha elevado el nombre de Shouzan a la fama internacional. Su trayectoria es un fascinante viaje de tradición e innovación.

Imagen cortesía de Hiroba Magazine
 

Fumikazu ingresó al taller de su padre, el horno Shouzan, en 1970, a los 20 años, donde se formó en la producción de macetas en horno de leña. Más tarde, desarrolló y estableció sus propios hornos de gas en distintos tamaños. 

Es un maestro en diversas técnicas, incluyendo el moldeado por presión, mediante planchas de arcilla, construcción con rollos y el torno, demostrando una habilidad excepcional en métodos tradicionales y libres. 

En su trabajo se pueden ver macetas de distintos tamaños que van desde los 12 cm. hasta los 48 cm. Su maestría se extiende a macetas sin esmaltar hechas con arcilla de Tokoname, con texturas únicas como el acabado de "piel de pera" en el que muestra un interés particular y la arcilla negra pulida, que desarrollan un brillo sedoso. 

Fumikazu también ha explorado nuevas direcciones, como los esmaltes transformados obtenidos en pequeños hornos de gas. Además, dedica esfuerzo a la enseñanza a través de clases de cerámica, compartiendo su arte y conocimiento. Esta amplitud de estilos, desde piezas utilitarias hasta los estándares más tradicionales, es una de sus características distintivas. 

 

La esencia de las macetas Akira Shouzan: Un arte apreciado 

Las macetas de Akira Shouzan, tanto las de Watanabe Akira como las de Jukosan, son muy valoradas por coleccionistas y entusiastas del bonsái por varias razones fundamentales: 

Utilizan la arcilla de Tokoname, rica en hierro, que produce colores vibrantes (como el shudei) y tonos grises y marrones al cocerse a altas temperaturas, a menudo sin esmaltar para favorecer la pátina.  La calidad de esta arcilla y el horneado a altas temperaturas, garantizan macetas duraderas que a menudo aumentan su valor con el tiempo.

Su trabajo se distingue por una artesanía meticulosa, visible en la precisión de las formas, la finura de las paredes y el acabado en general. 

Ofrecen una amplia gama de formas tradicionales (rectangulares, ovaladas, redondas, mokko, hexagonales, octogonales) que complementan diversos estilos de bonsái. 

Las robustas patas y los amplios orificios de drenaje aseguran una excelente aireación y drenaje, cruciales para la salud del bonsái. 

Sus macetas son conocidas por su equilibrio y proporciones perfectas, fusionando la funcionalidad con un profundo interés estético. Su diseño clásico y ejecución impecable las convierten en verdaderas obras de arte. 

 

Maceta ancha y profunda ideal para material recolectado. 
Sello Jukosan. Bonsai Techniques II, John Yoshio Naka

Maceta profunda ideal para pinos. Sello Shouzan. Bonsai Techniques II, John Yoshio Naka

Estudiar las macetas de Akira Shouzan es una oportunidad única para comprender la maestría cerámica japonesa para bonsái. Cada pieza es un testimonio del arte, la tradición y la búsqueda de la perfección que define a este célebre horno. Para conocer mejor su trabajo, más adelante os mostraré algunas de las principales obras maestras de los dos autores del horno Akira Shouzan.

 

El presente: La tradición continúa 

Hoy en día, el horno Akira Shouzan sigue activo. Además de Watanabe Fumikazu (Shukozan), quien es reconocido como un artesano tradicional, la ceramista Watanabe Machiko también forma parte de la actual generación de artistas que mantienen vivo este legado en Tokoname. 

Imagen cortesía de Fábrica de cerámica Akira Watanabe (horno Akira Shouzan).

 

La incógnita por desvelar: El sello "Mizuno" (水野) 

"Mizuno" es  un pequeño sello oval que a veces aparece en la esquina inferior derecha de los sellos de Jukosan y del que no existe mucha información. Normalmente estos sellos suelen usarse junto al sello principal del horno y sugiere posibles colaboraciones, la participación de otros ceramistas prominentes dentro de la órbita de Akira Shouzan en diferentes periodos o una línea de producción que por alguna razón el ceramista considera que debe ser destacada del resto. En este caso solo se usa en los sellos de la segunda generación y no está claro el por qué. 

Sello Hecho por horno Shouzan y Mizuno


Su trabajo: Macetas destacadas

Comenzamos repasando el trabajo de Watanabe Akira con una maceta espectacular que no es muy usual por su forma circular en semi cascada, sin esmaltar y decorada con un grabado que representa un pino blanco. Está marcada con el sello Shouzan o Katsuyama.
 
Imagen cortesía de Laos Garden. Tamaño: 31,5x23,5 cm.


Maceta circular de un tamaño considerable y sin esmaltar. Presenta una labio superior interior que se forma por la curvatura de la pared de la maceta y patas en forma de nube. Destaca por la magnífica pátina que presenta y que denota la antigüedad de la maceta. 
 
Imagen cortesía de Laos Garden. Tamaño: 39,5x15,5 cm.
 
 
Otra maceta circular con la particularidad de que presenta un gran labio exterior decorado, mayor de lo habitual. Está decorada con una banda inferior y destaca la finura del acabado de las patas. Es una maceta sin esmaltar donde el barro ha adquirido una gran pátina debido a los años de uso.

Imagen cortesía de Laos Garden. Tamaño: 34,5x10,2 cm.

 
Cambiamos de tercio con una maceta esmaltada de un color azul metálico increíble. Es una maceta rectangular, de líneas simples y patas integradas en el cuerpo de la maceta. Como puede observarse, el esmalte utilizado al fundir escurre mucho y ha adquirido una tonalidad casi homogénea de un intenso color azul, salvo uno de los laterales donde se ha formado una mancha de color gris, seguro fruto del capricho del horno y del proceso de cocción.
 
Imagen cortesía de Laos Garden. Tamaño: 29x25x7,6 cm.

 
 
Pasamos de generación con una maceta de Watanabe Fumikazu que se distingue por su esmalte con presencia de hierro y los efectos de transformación del horno, que crean patrones únicos y colores inesperados durante la cocción. Es una maceta pequeña y simple con un diseño clásico. Presenta un velo fino de esmalte gris como base, sobre el cual se observan efectos de picaduras, que son una característica deseada en la transformación dentro del horno. Además, tiene gotas de esmalte colgantes que añaden un patrón interesante y vetas claras en las esquinas que contrastan con el fondo. La descripción resalta que es una obra donde la funcionalidad y el interés estético se fusionan perfectamente para un bonsái.
 
 
Tamaño: 13x15 cm.

 
Maceta redonda con esmalte de caramelo al estilo "Nanban" (Nanban Maru), reflejando una época de experimentación del artista con este estilo rústico e históricamente valorado. El esmalte fue desarrollado de forma independiente por el ceramista y realza la textura de la arcilla. La cocción en atmósfera reductora ha provocado que los gránulos de hierro de la arcilla se expongan en tonos violeta oscuro. La forma presenta una sutil distorsión hecha a mano característica del estilo Nanban, que le confiere una elegancia rústica y natural. La coloración lograda es rara y la pieza fusiona las poderosas características de las macetas Nanban con el encanto de la cerámica moderna.
 
Tamaño: 36x8,5 cm.


Maceta rectangular realizada en arcilla negra, con un borde interior, esquinas redondeadas y una banda decorativa alrededor del cuerpo. La superficie ha sido pulida para lograr un "brillo sedoso". El texto destaca la versatilidad de Watanabe Fumikazo, quien explora nuevas direcciones en la creación de macetas, desde piezas utilitarias como esta hasta los estándares tradicionales, mostrando una gran amplitud en su estilo cerámico.
 

Tamaño: 37x29x9 cm.

Maceta pequeña para árboles tamaño shohin, ovalada, con labio exterior y simple de líneas que imita a las macetas llegadas desde China. Para complementar la sencillez, las patas tienen una simple decoración y presenta un cordón en la parte inferior del cuerpo.

Imagen cortesía de Laos Garden. Tamaño: 20x12,5x5,5 cm.

 

Para finalizar una maceta de un tamaño moderado, rectangular, de esquinas redondeadas y con labio superior. La altura de la maceta junto con la de las patas la hacen ideal para plantar un bonsái en estilo semi cascada. Maceta de líneas simples que imita las macetas llegadas a Japón desde China.

Imagen cortesía de Laos Garden. Tamaño: 47x38x18,3 cm.

 

Sellos y firmas de Akira Shouzan.

Las macetas utilizadas para la realización de este artículo pueden ser adquiridas a través de la página web de Laos Garden.

 

Referencias:

 

 

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